Afganistán
Los talibanes disuelven una manifestación por los derechos al trabajo y al estudio para las mujeres afganas a golpe de pistola. Este altercado tiene lugar a dos días del aniversario de la caída Kabul.
La protesta que ha tenido lugar en la capital afgana ha sido disuelta por las fuerzas de seguridad del gobierno talibán que han empujado a las manifestantes y disparado al aire como medida disuasoria. Esta marcha, al grito de "comida, trabajo y libertad", se concentraba en los alrededores del Ministerio de Educación y ha sido rápidamente reprimida por la Policía talibán, al suponer, según ha comunicado un portavoz ministerial, una "contradicción" con las prácticas religiosas y culturales de la sociedad musulmana.
El 15 de agosto se cumplirá un año de la toma de Kabul por parte de los fundamentalistas religiosos, fecha elegida expresamente por la organización para hacer las protestas. Pese a que el pasado mes de marzo se anunció desde el Ministerio que el ciclo de educación sería para ambos géneros, durante el comienzo de las clases, el líder talibán Mullah Haibatullah Akhundzada, dio marcha atrás a la medida. En septiembre del año pasado también se anunció que se permitiría a las mujeres asistir a los centros educativos tras la "adaptación" de unas leyes islámicas, promesa que tampoco se han llegado a materializar.
Una de las manifestantes se ha pronunciado en un video publicado en las redes sociales, afirmando que la marcha de hoy tenía como objetivo "elevar voces contra los talibanes", pero que, al llegar al lugar, las fuerzas de seguridad comenzaron a abrir fuego contra las personas que allí se encontraban.
Una serie de promesas incumplidas
La manifestación de este sábado nace de la frustración al verse suprimidos aquellos derechos ya existentes en el país desde la expulsión talibán del gobierno en el 2001. Con la vuelta al poder de los fundamentalistas, los derechos de las mujeres se han visto especialmente afectados, a pesar de prometerse que estas serían "muy activas en la sociedad" pasado un periodo de transición.
La realidad es que, por el momento, las mujeres están obligadas a cubrirse de los pies a la cabeza en público, no pueden viajar en avión sin un tutor masculino y a las estudiantes de educación secundaria no se les ha permitido retomar las clases. Esta última medida fue aplicada horas después de la vuelta de las niñas a las escuelas en su primer día, cuando el gobierno hizo a las alumnas abandonar las aulas. Esto último se justificó por una falta de profesores y problemas con el uniforme escolar, prometiendo que las niñas retomarían las clases tras la elaboración de un plan acorde con "la ley islámica y la cultura afgana". No existen indicios hasta la fecha de que esto vaya a ocurrir.