La situación en Libia "cambia a cada momento" y por ello los líderes tendrán que examinar los últimos acontecimientos y discutir sus "diferentes sensibilidades" respecto a esta crisis, según fuentes diplomáticas que ponen en duda que aborden otras cuestiones "en plena ebullición" como si la UE debe implicarse militarmente o si la OTAN debe asumir el mando de la intervención militar en marcha.
Las medidas que puede tomar la Unión Europea "ya están tomadas", apuntan otras fuentes europeas que recuerdan la batería de sanciones adoptadas contra Gadafi, personas de su entorno y empresas vinculadas al régimen. Las últimas, este miércoles, extienden las medidas al sector petrolero, incluida la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) y varias de sus filiales.
En paralelo, continúan las discusiones en el seno de la OTAN para concretar su participación en la operación y Londres albergará el próximo martes una reunión ministerial de los países que forman la coalición internacional formada para aplicar la zona de exclusión aérea que establece la resolución de Naciones Unidas.
Francia y Reino Unido, que lideran esta operación junto a Estados Unidos, abogan por una "estructura política para dirigir las operaciones" que no excluya a los países de la Liga Arabe y deje claro que ese "pilotaje político no es la OTAN", en palabras del ministro francés de Exteriores, Alain Juppé.
Fuentes diplomáticas han señalado la posibilidad de que el presidente galo, Nicolas Sarkozy, pida a sus colegas europeos en la cena del jueves que muestren "solidaridad" con la intervención en Libia, aunque sea de manera "pasiva" para los que tienen mayores reservas, reforzando su presencia en Afganistán o prestando sus bases, por ejemplo.
Según el Gobierno español, los líderes europeos centrarán su debate sobre Libia a analizar los diversos "escenarios políticos" que se prevén tras la intervención de la coalición internacional y la forma de abordar un itinerario de futuro "realista" una vez liquidada la capacidad militar de las fuerzas de Muamar Gadafi.
Los jefes de Estado y de Gobierno extenderán el debate sobre la situación en Libia a otros países de la orilla sur del Mediterráneo para ver de qué manera "alentar" movimientos de reformas democráticas como las iniciadas en Egipto y Túnez y avanzar en la nueva asociación que propone Bruselas para condicionar las ayudas a la región a que se produzcan avances democráticos.
Entre las ideas para acelerar la nueva relación con el sur, los líderes apostarán por incrementar la ayuda humanitaria, confirmar el apoyo financiero y técnico necesario para los países que quieran mejorar el control de las fronteras y aplicar medidas para el retorno de migrantes.
También pedirán que se incremente en 1.000 millones de euros el techo de las operaciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para los países mediterráneos que emprendan reformas políticas. Al principio de la crisis, el BEI calculó en 6.000 millones de euros los fondos necesarios para apoyar a estos países.
Seguridad nuclear
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE expresarán su más sentido pésame y su solidaridad por los más de 9.000 fallecidos y 14.000 desaparecidos que ha dejado el terremoto y posterior tsunami en Japón, y ofrecerán el apoyo de los 27 para superar esta catástrofe, según el borrador de conclusiones del Consejo Europeo.
También elogiarán la "pronta y decisiva" respuesta de las autoridades japonesas ante las perturbaciones de los mercados financieros y celebrarán "las medidas adoptadas por el G-7 en relación al yen".
Pero los líderes se detendrán en la crisis nuclear provocada por los sucesivos fallos en los reactores de la planta de Fukushima que mantiene en alerta a Japón y estudiarán las "lecciones que se pueden extraer" para mejorar la seguridad en las 143 plantas nucleares que existen en la UE.
Así pedirán una "evaluación completa y transparente del riesgo y la seguridad" de las centrales y que se fijen a la mayor brevedad el alcance y las modalidades de estas pruebas de resistencia. Además invitarán a otros países vecinos de la UE como Turquía y Rusia que contemplen la posibilidad de realizar exámenes similares a sus propias centrales, indicaron fuentes diplomáticas.