DECISIÓN HISTÓRICA

Los dirigentes de la Commonwealth suprimen la prioridad de los varones para heredar el trono

Los 16 países que tienen a la reina Isabel II como su monarca han acordado los cambios propuestos por el primer ministro británico, que había calificado de desfasadas las normas sucesorias.

Siglos de discriminación real británica han llegado a su fin este viernes después de que los líderes de los países de la Commonwealth hayan acordado acabar con las reglas que dan a los hijos varones prioridad a la hora de heredar el trono y que impiden que cualquiera en la línea sucesoria pueda casarse con un católico.

Los 16 países que tienen a la reina Isabel II como su monarca han acordado los cambios propuestos por el primer ministro británico, David Cameron, que había calificado de desfasadas las normas sucesorias.

"La idea de que un hijo más pequeño se convierta en monarca en lugar de una hija mayor simplemente porque es varón o que un futuro monarca pueda casarse con alguien de cualquier credo excepto un católico, este modo de pensar está desfasado con los países modernos de los que todos procedemos", ha subrayado Cameron ante la prensa.

El acuerdo se ha producido al margen de la cumbre de la Commonwealth que preside Isabel II en la ciudad australiana de Perth. Las actuales normas sucesorias se remontan a 1688 y 1700 y fueron diseñadas para garantizar una monarquía protestante, y prohibir que cualquiera en la línea al trono se casara con un católico, pero no con personas de otras religiones o ateos.

Las normas están arraigadas en el turbulento periodo de la historia inglesa que se remonta a la ruptura de Enrique VIII con Roma a mediados del siglo XVI. Las leyes fueron impuestas en un momento en el que los católicos eran vistos como una amenaza para el estado. Sin embargo, el monarca británico sigue siendo el jefe de la Iglesia de Inglaterra.

Los líderes también han acordado abandonar la práctica de dar prioridad a los herederos varones sobre las mujeres, independientemente de la edad. La cuestión había sido puesta en la palestra por la boda este año del príncipe Guillermo, el segundo en la línea sucesoria, y Kate Middleton. Sin un cambio, su primer hijo varón se habría convertido eventualmente en rey aunque hubiera tenido una hermana mayor. Ahora se creará un grupo para coordinar la legislación necesaria para los cambios.

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