Francia
La primera ministra francesa ha dimitido en plenos rumores de una remodelación del Gobierno de Macron.
La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, ha presentado su dimisión este lunes. Así lo ha confirmado el presidente francés, Emmanuel Macron.
"Señora Primera Ministra, querida @Elisabeth_Borne, su trabajo al servicio de nuestra Nación ha sido ejemplar todos los días. Implementasteis nuestro proyecto con el coraje, el compromiso y la determinación de las mujeres de los estados. De todo corazón, gracias", ha escrito Macron en su cuenta de X, antes Twitter.
"La señora Élisabeth Borne ha presentado este día la dimisión del Gobierno al presidente de la República, que la ha aceptado", informó también el Elíseo en un comunicado. "Ella asegura, junto a los miembros del Gobierno, la gestión de los asuntos corrientes hasta la nominación de un nuevo Gobierno", han añadido.
Desde hacía días se especulaba con su salida. El actual titular de Educación, Gabriel Attal, aparece como favorito para su sucesión. Attal ya fue ascendido en los cambios del verano pasado cuando pasó de ocupar la cartera de Finanzas a la de Educación. Sería el primer ministro más joven de la V República con solo 34 años.
La dimisión de Borne llega después de la reforma de las pensiones con varios meses de manifestaciones y de la aprobación en el mes de diciembre de una reforma migratoria, que el gobierno endureció para obtener el apoyo de la derecha. Esta última reforma provocó una fragmentación del partido del presidente Macron, con un enorme descontento de su ala más izquierdista.
Borne no ha logrado durante estos 20 meses encontrar los consensos necesarios para aprobar las leyes de su gobierno, lo que la ha obligado a acudir con frecuencia a un artículo de la Constitución que le permite adoptarlas sin voto de los diputados. En contrapartida, se ha visto obligada a superar 30 mociones de censura presentadas por la oposición, algunas de ellas ganadas por estrecho margen. Macron apostó por mantenerla en el cargo a condición de que supiera encontrar los pactos necesarios para evitar una parálisis del país.
El presidente francés busca ahora revitalizar su mandato tras unos sondeos donde se muestra impopular año y medio después de su reelección. Élisabeth Borne se mantendrá en funciones hasta que se nombre a su sucesor.