SU RENUNCIA YA SE HA HECHO EFECTIVA
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha entregado su dimisión al presidente del país, Donald Trump. a petición de este último, poniendo así fin a una relación que ha estado marcada por las tensiones provocadas por la investigación del Departamento de Justicia sobre los supuestos vínculos de la campaña de Trump con Rusia. "A petición suya, presento mi renuncia", reza la misiva que Sessions ha entregado al jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly.
Sessions ha reivindicado que ha trabajado estos dos años "para implementar la agenda basada en el Estado de Derechos que fue parte central de la campaña (de Trump) para la Presidencia". "Ha sido un honor", se ha despedido.
Trump ha confirmado la noticia vía Twitter. "Estamos encantados de anunciar que Matthew G. Whitaker, jefe de Gabinete del fiscal general (...), será el nuevo fiscal general interno. Servirá bien a nuestro país", ha escrito, indicando que el reemplazo definitivo de Sessions se decidirá más tarde. Además, ha dado las gracias a Sessions "por sus servicios". "Le deseo que le vaya bien", ha añadido el mandatario norteamericano.
El fiscal general y el presidente han protagonizado múltiples choques, con cruce de comunicados y declaraciones incluido, por la investigación sobre la presunta relación del equipo de Trump para la campaña presidencial de 2016 con el Kremlin. En estos dos años, Trump ha reprochado a Sessions que, en lugar de encargarse él mismo de las pesquisas, se inhibiera y designara a un fiscal especial, Robert Mueller, que ha obtenido sendas condenas contra el abogado personal y el jefe de campaña del presidente, Michael Cohen y Paul Manafort, respectivamente.
El inquilino de la Casa Blanca ha aprovechado su última incursión en Twitter para restar importancia al caso. "De acuerdo con NBC, los votantes desaprueban la llamada investigación Mueller (46 por ciento) más de lo que la aprueban (41 por ciento). Finalmente están empezando a entender que esto es una desagradable caza de brujas", ha indicado.
El último gran enfrentamiento se produjo en agosto, cuando Trump lamentó haber nombrado a "un fiscal general que nunca tomó el control del Departamento de Justicia". Sessions respondió con un inusual comunicado en el que aseguró que mientras estuviera en el cargo "las acciones del Departamento no se verán influenciadas por consideraciones políticas".
Las críticas de Trump a Sessions han sido más frecuentes a medida que ha avanzado la investigación sobre Rusia, hasta el punto de que la prensa estadounidense ha informado en numerosas ocasiones sobre la inminente partida del fiscal general.
Desde las filas demócratas ya han surgido las primeras voces en demanda de una explicación detallada sobre el cese de Sessions. Jerry Nadler, virtual candidato a presidir la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, se ha preguntado "cuál es la razón de Trump para quitar a Sessions". "¿Quién tendrá autoridad sobre la investigación del fiscal especial?", ha planteado en Twitter.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha sido todavía más directo y ha exigido a Trump que garantice que Whitaker siga el ejemplo de Sessions y se recuse para que Mueller pueda seguir orquestando las pesquisas sobre la trama rusa. "Dados sus comentarios previos abogando por poner fin o imponer limitaciones a la investigación de Mueller, el señor Whitaker debería recusarse para supervisarla", ha dicho en un comunicado.
Schumer ha alertado de que si Whitaker zanja tales indagaciones desatará "una crisis constitucional". "Espero que el presidente y aquellos a los que escucha se abstengan de algo así", ha subrayado. En la misma línea, Eric Holder, fiscal general durante el Gobierno de Barack Obama, ha declarado que "cualquier que intente interferir u obstruir la investigación de Mueller tendrá que rendir cuentas": "Es una línea roja".