Cultura
El historiador alemán, de 61 años, admitió en un comunicado que el museo "no respondió de una manera tan completa como hubiera debido".
Duro golpe para el Museo Británico. Su director, Hartwig Fisher, ha presentado su dimisión con efecto inmediato a raíz de los robos de piezas de la institución que han salido a la luz en las últimas semanas. El historiador alemán, de 61 años, ha admitido que el museo "no respondió de una manera tan completa como hubiera debido" a las alertas por robo que comenzaron a aparecer en 2021.
Todo tuvo lugar en los almacenes de su sede londinense. Allí se empezó a producir el extravío de objetos. Este mismo mes, el museo despidió a un empleado tras constatar la pérdida de artículos de joyería de oro, piedras semipreciosas y objetos de vidrio datados entre el siglo XV a.C. y el XIX. Medios británicos señalaron al arqueólogo Peter Higgs, de 56 años, que trabajó durante tres décadas como experto en la Grecia Antigua en la institución, como el presunto culpable de la desaparición de objetos, aunque su familia ha defendido su inocencia.
El Museo Británico atesora de algunas de las colecciones arqueológicas más importantes del mundo. Las piezas que desaparecieron no estaban a la vista del público, sino en colecciones abiertas únicamente a académicos e investigadores. Estas desparecieron de los almacenes del museo durante un largo periodo de años. Algunas de ellas aparecieron a la venta en diversas páginas de internet en 2016, según información recogida por EFE.
Fisher, que se unió al Museo Británico en 2015 tras pasar por el Dresden State Art Collections, dijo que la responsabilidad del "problema" que ha emergido ahora es por completo "en último término del director", por lo que ha ofrecido su dimisión al consejo de administración de la institución.
"Renunciaré tan pronto como el consejo haya establecido un equipo directivo provisional, que estará al mando hasta que se elija a un nuevo director", ha asegurado. También ha manifestado su preocupación y ha admitido ser una carga: "La situación que afronta el museo es de la mayor seriedad. Creo sinceramente que emergerá de este momento más fuerte, pero tristemente he llegado a la conclusión de que mi presencia está demostrando ser una distracción".