CEREMONIA CELEBRADA EN EL ESTADIO DE MARACANÁ
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones por un juicio de destitución, confesó que se siente "triste" por no asistir al estadio Maracaná para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
"Estoy triste por no asistir a esa fiesta en vivo y con colores, pero estaré acompañando y apoyando a Brasil", escribió Rousseff en su cuenta en la red social Twitter, unas horas antes del acto que ha reunido a decenas de jefes de Estado y de Gobierno, entre muchas otras autoridades.
El Comité Olímpico Internacional la había invitado, así como a su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, pero ambos decidieron no asistir a la ceremonia en que el presidente Michel Temer, que sustituye en forma interina a Rousseff, declararó abiertos los Juegos Olímpicos.
"Participé desde el inicio para traer los Juegos Olímpicos a Brasil. No voy a participar como espectadora de un acto del cual fui protagonista", explicó Rousseff unos días atrás sobre su decisión.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, escuchó un sonoro abucheo durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
"Después de este maravilloso espectáculo, quedan inaugurados los Juegos de la XXXI Olimpiada" dijo Temer, que fue respondido con un contundente abucheo que sacudió el Maracaná y con gritos de "Fora Temer".
La protesta fue acallada de inmediato por la música y por una batería de fuegos artificiales que permitieron recuperar el tono festivo de la ceremonia inaugural.
Dada la crisis política que vive Brasil, los organizadores extremaron las precauciones para evitar sorpresas desagradables que pudieran "aguar" la fiesta. Temer, presidente interino de Brasil desde el pasado mayo, no fue nombrado al inicio de la ceremonia, como es habitual, tras una jornada marcada por las protestas en Río y en Sao Paulo.
Los presidentes del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y del Comité Organizador, Carlos Arthur Nuzman, evitaron también mencionar al presidente interino. Temer ocupa el poder de forma interina desde el pasado mayo, cuando el Congreso decidió apartar a la presidenta, Dilma Rousseff.