EMERGENCIA DE SALUD PÚBLICA
La adicción a los opiáceos en Estados Unidos es ya una epidemia, tanto que Donald Trump ha declarado la situación como una emergencia de salud pública. Los muertos por cócteles de drogas superan registros históricos en el país.
Las imágenes, grabadas en una gasolinera de California, han sido distribuidas a modo de denuncia ante la grave situación que sufre Estados Unidos. Las dos cajeras son incapaces de salir del letargo que les ha producido el consumo de Fentanilo, un opiaceo sintético de origen chino, 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina.
Según el Centro de Control y Prevención de enfermedades, el abuso de estupefacientes ha matado a 64.000 personas solo el año pasado, es decir 175 al día, siete cada hora, lo que califican de una epidemia que afecta a zonas rurales y urbanas que causa estragos en la clase media- baja blanca americana.
Ante la gravedad de la situación desde la Casa Blanca el presidente Donald Trump declaró una "emergencia de salud pública" en toda la nación. Un decreto que permite luchar contra el abuso de los analgésicos con receta que termina con muchos pacientes enganchados a la heroína, una opción más barata que los medicamentos.
Estados Unidos es país que más pastillas consume en el mundo y las compañías farmacéuticas han multiplicado por cuatro sus ventas en la última década.