REPERCUTIRÍA NEGATIVAMENTE EN LA VIDA DE 6.000 PERSONAS
Diez ONG han secundado un llamamiento para pedir al Gobierno keniano que "reconsidere" el cierre de los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma, ya que repercutiría negativamente en la vida de 600.000 personas y violaría los convenios internacionales que la propia Kenia se ha comprometido a respetar.
El Comité Internacional de Rescate, Oxfam, Save the Children, World Vision, el Consejo Danés de los Refugiados, el Consejo Noruego de los Refugiados, el Servicio Jesuita a Refugiados, Action Africa Help International, la Federación Luterana Mundial, el Consorcio de Refugiados de Kenia y Heshima Kenya han respondido en un comunicado a las últimas novedades desde Nairobi.
El Ejecutivo keniano anunció la semana pasada la desaparición del Departamento para Asuntos de Refugiados, paso previo al desmantelamiento de los campamentos de Dadaab --junto a Somalia-- y de Kakuma --cerca de Sudán del Sur y Burundi--. Nairobi ha apelado a razones de seguridad para justificar la medida.
Las ONG han advertido de que esta directiva "viola el principio general de repatriación voluntaria" de los refugiados, que deberían volver de una manera "segura y digna" a sus países de origen.
Estas 600.000 personas, un 56% de ellas mujeres y niños, quedarían en una situación vulnerable si Kenia renuncia a acogerlas y se generaría una "catástrofe humanitaria" capaz de afectar a otros países de la región.
En este sentido, han recordado que en Somalia y en Sudán del Sur la situación sigue siendo "frágil", tanto por circunstancias medioambientales como la sequía como por el delicado contexto de seguridad.
Las organizaciones firmantes han reiterado su compromiso para ayudar al Gobierno de Kenia a buscar "soluciones a largo plazo y sostenibles" para cualquier asunto relativo a los refugiados, al tiempo que han emplazado a la comunidad internacional a ayudar económicamente al país africano y a asumir una mayor cuota de refugiados del Cuerno de África.