Estado islámico
La mujer de 30 años fue condenada entre otros cargos por pertenencia a una organización terrorista en el extranjero, complicidad en intento de asesinato y tentativa de crímenes de guerra.
La Audiencia Territorial de Múnich condenó hoy a diez años de prisión a una mujer de nacionalidad alemana de 30 años militante del Estado Islámico (EI) en relación con el caso de una niña yazidí de cinco años esclavizada en Irak y a la que se dejó morir de sed.
La mujer de 30 años fue condenada entre otros cargos por pertenencia a una organización terrorista en el extranjero, complicidad en intento de asesinato y tentativa de crímenes de guerra y por crímenes contra la humanidad, informan los medios.
Su marido, Taha A.-J., encadenó a la niña a una ventana en un patio bajo un calor extremo como castigo por haberse orinado sobre un colchón y la dejó morir de sed, la mujer que presenció la escena no hizo absolutamente nada para evtarlo.
Convertida al Islam
Jennifer W., alemana convertida al islam, viajó a Irak en 2014 y hasta septiembre de 2015 formó parte de la llamada "policía de la moral" integrista en las ciudades iraquíes de Mosul y Faluya, donde su tarea consistía en vigilar que las mujeres se vistieran de acuerdo a los cánones ordenados por el Estado Islámico.
La Fiscalía exigía cadena perpetua para la mujer por asesinato y por omisión en relación con la muerte de la menor, por otro lado la defensa pedía un máximo de dos años de prisión por militancia en una organización terrorista.
En el juicio contra la mujer, que comenzó en abril de 2019, la madre de la niña muerta estuvo representada, en calidad de acusación particular, por la activista y abogada Amal Clooney.