PREMIO CONFUCIO DE LA PAZ
El Premio Confucio de la Paz, que quiere ser una alternativa china para el Premio Nobel, ha sido otorgado este año al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe. Esta decisión ha recibido duras críticas por parte de los defensores de los derechos humanos, que tampoco vieron con buenos ojos que se premiase a Vladímir Putin (2011) o del ex presidente cubano Fidel Castro (2014) en ediciones anteriores.
Qiao Damo, fundador de un oscuro 'Centro Chino de Estudios Internacionales por la Paz', organización que otorga el premio, señaló que Robert Mugabe había sido seleccionado por sus "sobresalientes contribuciones a la paz mundial".
"Es un sádico que se deleita con la miseria de su pueblo"
El nonagenario dirigente africano fue elegido entre más de nueve finalistas, entre ellos el multimillonario Bill Gates, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon y el Presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye.
"Mugabe, tal como lo conocemos, y como zimbabuenses hemos experimentado, significa volver a la guerra porque es un sádico que se deleita con la miseria de su pueblo", ha denunciado Gorden Moyo, Secretario General Partido Democrático del Pueblo (movimiento de la oposición) en medios internacionales.
En su opinión, premiar a Mugabe es un "disparate": "Los organizadores deberían avergonzarse de sí mismos por convertir asesinos gratificantes en pacifistas".