EN INGLATERRA
Cuando visitó a su médico de cabecera quejándose de dolor de estómago e hinchazón, Kayleigh Donnelly fue enviada a casa tras comunicarla que lo que padecía era estreñimiento. Pero debido a que sus síntomas no disminuían, su madre intuyó que se trataba de algo mucho más grave
Con solo 13 años, Kayleigh, de Lancaster (Inglaterra), había desarrollado cáncer de ovario con metástasis. Al llevarla a otro hospital, los médicos finalmente descubrieron un tumor de más de 30 centímetros que pesaba 3,17 kilos. El cáncer ya se había extendido a su hígado, bazo, intestino y pelvis.
"Los médicos me dijeron que si no la hubiera llevado al hospital cuando lo hice, ella no estaría aquí hoy", cuenta su madre, Lorraine, de 38 años, en una entrevista recogida por Daily Mail. Después de varias operaciones y quimioterapia, el cáncer de Kayleigh está remitiendo. Ahora tiene chequeos todos los meses tras haber terminado con las sesiones de quimioterapia.
El doctor David Walker, director del Hospital Universitario de Morecambe Bay NHS Foundation Trust, se ha disculpado en nombre del centro por la angustia que tuvo que sufrir Kayleigh y su familia, y ha asegurado que se estaba llevando a cabo una investigación.