Guerra Rusia Ucrania
La defensa ucraniana en la ciudad portuaria está al límite y es cuestión de tiempo que Mariúpol caiga en manos de las fuerzas rusas.
La ciudad portuaria de Mariúpol se encuentra en una situación límite ante el avance de las fuerzas rusas y prorrusas en la ciudad. El presidente Zelenski ya asumió hace unos días una inminente toma de control de la ciudad al sur de Ucrania por parte de las fuerzas rusas. El puerto se encuentra en manos de las fuerzas prorrusas del Donbás, según las autoridades separatistas de Donetsk y parece cuestión de tiempo que Rusia se haga con el control total. En caso de producirse, el Kremlin tendría un puente de acceso directo desde Crimea hasta el Donbás.
Mariúpol es la localidad más asediada y golpeada por la guerra en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero. El Ayuntamiento, ha denunciado más de 20.000 personas muertas y su alcalde, Vadym Boychenko, la deportación forzosa de entre 20.000 y 30.000 civiles por parte de las fuerzas rusas que se encuentran sitiadas en la localidad al sur de Ucrania. Boychenko ha informado que el 50% de los residentes han sido evacuados. Y es que, la evacuación civil ha sido uno de los principales problemas en el lugar por el bloqueo ruso, junto a la entrada de suministros y material humanitario.
Los ciudadanos de Mariúpol afrontan 50 días de guerra sin luz, agua, ni calefacción. La escasez de alimentos es pronunciada y la esperanza ha quedado completamente desvanecida. En las últimas horas, 1.026 soldados de la Marina ucraniana se han rendido ante el avance ruso, así lo informó el líder checheno, Ramzán Kadírov. Los combates para tomar el control de la zona industrial de Azovstal, donde los soldados ucranianos están a punto de caer.
Ucrania asume la caída de una ciudad "apocalíptica"
En el mes de marzo, la ciudad portuaria de Mariúpol se encontraba ya hecha pedazos por los bombardeos rusos sobre estructuras militares, barrios residenciales y centros de refugiados, como el teatro que albergaba cientos de civiles que escapaban de las bombas. Desde Cruz Roja calificaron la localidad de "apocalíptica". El pasado lunes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, asumió la caída de la ciudad: "Los invasores se preparan para una nueva etapa de terror".
Ante la inminente toma de control, la comunidad internacional teme a un ataque ruso con armas químicas. El fundador del Batallón ultranacionalista de Azov, Andrei Bieletski, aseguró que las tropas rusas usaron una sustancia química en Mariúpol, dejando a tres personas heridas. No obstante, el portavoz de la milicia de la autoproclamada república de Donetsk, Eduard Basurin, negó el uso de este tipo de armas para asaltar la planta de Azovstal.
Crematorios móviles para ocultar pruebas
Las autoridades ucranianas denuncian la existencia de crematorios móviles que utilizan las fuerzas rusas para ocultar sus "crímenes de guerra" en Mariúpol. Así lo denunció la Dirección General de Inteligencia Militar Ucraniana. Detallaron que hay "trece crematorios móviles en Mariúpol para limpiar las calles de los cuerpos de civiles muertos". Informaron que las fuerzas del Kremlin "tratan de identificar a todos los posibles testigos de las atrocidades".
El presidente ruso, Vladímir Putin, siempre ha tenido como uno de sus principales objetivos la toma de la ciudad portuaria. Su ubicación en la orilla del mar de Azov le proporciona una importancia estratégica clave. No solo su proximidad al mar, sino que se encuentra entre Crimea, anexionada a Rusia en 2014, y el Donbás, objetivo prioritario para Rusia en su segunda fase de la "operación militar especial" en Ucrania. La toma de la localidad más asediada por las fuerzas rusas supondría vía libre a las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.