Familia Real Británica
La senadora aborigen Lidia Thorpe irrumpió al término del discurso del rey para protestar por los derechos de la población indígena de Australia.
"Devuélvenos nuestra tierra, lo que le quitaste a nuestra gente", ha gritado hoy la senadora independiente Lidia Thorpe al finalizar el discurso de Carlos III, el jefe de Estado de Australia, un país que opera bajo un sistema monárquico con democracia parlamentaria. La senadora también le dijo: "No eres nuestro rey" y denunció el "genocidio" perpetrado contra los pueblos indígenas de Australia, así como el saqueo de "huesos, cráneos" y el robo de bebés indígenas, antes de que la obligaran a abandonar la sala.
La senadora Thorpe se había girado de espaldas durante la interpretación de 'Dios salve al rey' en el Parlamento, como forma de protesta por la visita de Carlos III y la reina Camila, quienes están realizando una gira por Australia y Samoa del 18 al 26 de octubre.
La intervención de Thorpe ocurrió poco después de que Carlos III pronunciase un discurso ante cientos de asistentes, incluido el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en el que destacó el "largo y, a veces, difícil camino hacia la reconciliación" con los pueblos indígenas. El rey Carlos habló en voz baja con el primer ministro, Anthony Albanese, mientras agentes de seguridad impedían que Thorpe se acercara.
Australia es el único país de la Commonwealth que no cuenta con un tratado en reconocimiento de su población indígena, ni incluye a esta en la Constitución vigente desde 1901, fecha en la que la excolonia británica se convirtió en un estado federado.
Los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres, quienes tienen raíces melanesias y residen en un territorio insular en el noreste de Australia, constituyen un grupo que representa el 3,8% de los más de 27 millones de habitantes del país.
Hace 65.000 años, los pueblos indígenas poblaron lo que hoy conocemos como Australia. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, la Corona Británica proclamó que este territorio estaba deshabitado y se apoyó en el concepto de “Terra Nullius” (Tierra de Nadie) para justificar su reclamación.
Desde entonces, estos pueblos originarios han sufrido discriminación, denuncias de abusos y la pérdida de sus tierras. Aunque se han logrado ciertos avances en el reconocimiento de sus derechos consuetudinarios, aún persisten heridas abiertas, como la conocida como la 'Generación Robada', que involucra a aproximadamente 100.000 niños aborígenes que fueron separados de sus familias entre 1910 y 1970 y llevados a familias o instituciones de personas blancas.
Además, el año pasado se llevó a cabo un referéndum que fracasó en su intento de establecer un organismo que otorgara representación a los indígenas en el Parlamento, además de el planteamiento de con otros problemas relacionados con la desigualdad social y económica.
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