DEFRAUDARON 400 MILLONES DE DÓLARES

Detienen a 72 policías acusados de fraude por fingir traumas tras el 11-S

Escándalo en Estados Unidos por un fraude cometido por policías y bomberos supuestamente afectados por los atentados contra las Torres Gemelas. Habrían fingido traumas posteriores para no trabajar y cobrar indemnizaciones de cerca de 40.000 euros anuales. Fueron descubiertos por las fotos que colgaban en las redes sociales.

Más de cien personas, entre ellas 72 policías y 8 bomberos retirados de Nueva York, han sido acusados de fraude a la seguridad social por fingir traumas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Las autoridades estiman que los acusados podrían haber defraudado un total de 400 millones de dólares (unos 294 millones de euros) de los fondos públicos.

Los demandados cobraron decenas de miles de dólares al año en beneficios por discapacidad del Seguro Social, alegando que estaban completamente incapacitados por trastornos psiquiátricos graves y otras dolencias, según la información publicada este martes por el fiscal de distrito de Manhattan Cyrus R. Vance Jr.

Según ha recogido el diario estadounidense 'USA Today', los 106 acusados "tenían unos estilos de vida que contradecían las declaraciones realizadas para obtener las ayudas". De hecho, mientras afirmaban que rara vez salían de casa y que tenían relaciones sociales limitadas, hubo solicitantes que llegaron a conducir un helicóptero, montar en una moto de agua o abrir una escuela de artes marciales.

De la misma forma, la mayoría de los demandantes de ayudas afirmaron que no podían usar el ordenador, sin embargo, los informes ponen de manifiesto que muchos tenían perfiles abiertos en redes sociales como Facebook y Twitter o canales de vídeos en YouTube, donde subían alguna de las imágenes que les delataban.

Entre los acusados también se encuentran unos 20 empleados municipales, que junto a los policías y bomberos, estaban compinchados con dos abogados quienes daban consejos sobre cómo fingir problemas psicológicos a cambio de una suma de dinero que podría alcanzar hasta los 50.000 dólares (cerca de 37.000 euros). De la mima forma, también ayudaban a los solicitantes a describir falsos síntomas de la depresión y la ansiedad a los médicos.

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