ARRESTADO POR LA POLICÍA

Detienen a un indio que mató a su empleado doméstico para fingir su propia muerte y que su familia cobrase el seguro

Tras el crimen y como parte del plan para fingir su propia muerte, huyó al vecino estado del Rajastán (noroeste) y se puso a vivir como un "sadhu" o asceta hindú, dedicado a la vida contemplativa y a la meditación, mientras su familia reclamaba el medio millón de la póliza. Las autoridades lo arrestaron después de que utilizase un documento de identidad para alquilar una habitación.

La Policía india arrestó a un hombre que, golpeado por la reciente retirada de billetes en el país, mató a su empleado doméstico con la intención de hacerse pasar por él para que su familia cobrara el dinero del seguro de vida, informaron fuentes oficiales.

El presunto asesino, identificado como Baljeet Singh, fue arrestado, un mes después de haber matado a su empleado de hogar y fingido que el cadáver era el suyo propio "para reclamar el seguro", dijo Tarun Kumar, superintendente segundo de la Policía de Kaithal (estado norteño de Haryana), donde tuvo lugar el suceso.

Singh confesó haber matado a tiros al criado para luego colocar el cuerpo en el asiento del conductor de su vehículo y prenderle fuego, una idea que obtuvo de una película de Bollywood con un argumento similar, según la agencia india TNN.

Tras el crimen y como parte del plan para fingir su propia muerte, huyó al vecino estado del Rajastán (noroeste) y se puso a vivir como un "sadhu" o asceta hindú, dedicado a la vida contemplativa y a la meditación, mientras su familia reclamaba el dinero de la póliza.

Según detallaron fuentes policiales a TNN, la indemnización del seguro del acusado ascendía a casi de medio millón de euros y las autoridades lo arrestaron después de que utilizase un documento de identidad para alquilar una habitación en el Rajastán.

Singh era agente inmobiliario y tenía un negocio de préstamo de dinero a pequeña escala que se hundió tras la retirada de los billetes de rupia de mayor denominación en el país el pasado 8 de noviembre. Aquella noche, el primer ministro, Narendra Modi, hizo una inusual intervención televisiva en la que informó de que los billetes de 500 y 1.000 rupias (6,7 y 13,4 euros) salían de circulación con efecto casi inmediato, lo que produjo una falta generalizada de liquidez. La medida buscaba combatir la corrupción y acabar con el dinero negro en el país.

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