EN BRASIL
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afronta la primera huelga general desde que asumió su mandato. La huelga ha sido convocada por los sindicatos contra la reforma de las pensiones y los recortes en educación, anunciados recientemente por el Gobierno y los elevados índices de desempleo en una economía que no acaba de despegar tras la recesión de 2015 y 2016.
El primer pulso de los sindicatos contra el mandatario de ultraderecha coincide con el inicio de la Copa América de fútbol, de la que Brasil es anfitrión, y pretende paralizar el transporte en Sao Paulo, la mayor ciudad del país.
La jornada de paro tiene como punto central la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, con las que Bolsonaro busca ahorrar más de doscientos mil millones de euros en una década a las arcas públicas.
Sao Paulo es la ciudad donde están previstas las mayores protestas y paralizaciones de la jornada, a la que se han adherido una decena de sindicatos. Parte del éxito de la huelga, según informan los sindicatos, dependerá de la adhesión del sector transportes.