EL VEHÍCULO ESTABA EN MARCHA
Una cámara de seguridad de un coche de policía graban una peculiar secuencia. Se trata de un detenido que alerta a los agentes de que se siente mareado y les pide que bajen la ventanilla del vehículo.
Cuando los policías hacen caso a su petición, el preso, sin dudarlo un instante, salta del coche en marcha y cae a la carretera.
La fuga le duró pocos segundos. Los agentes pararon el coche pocos metros después y acto seguido, el individua, volvía a estar detenido.