EL MENSAJE PUBLICADO, CLAVE PARA LA DETENCIÓN
Las redes sociales se han convertido en un escaparate de la vida de millones de personas. Hay usuarios que acostumbran a publicar todo lo que hacen durante una jornada, independientemente de que sean actos delictivo. Uno de estos usuarios ha visto como la policía le localizaba después de haberse dado a la fuga en un accidente y de haberlo compartido en Facebook.
Los hechos se produjeron en la noche de fin de año en la ciudad Astoria de Oregon. Un usuario identificado como Jacob Cox-Brown volvía a su casa en su vehículo cuando sufrió una colisión con otro coche. En la colisión se produjeron daños en ambos vehículos y en otro aparcado en la calle. Pese al incidente, el joven decidió no detenerse y se dio a la fuga.
La otra persona implicada en el accidente llamó a la policía, que se personó en el lugar para tomar declaración e intentar conseguir indicios de la identidad del conductor fugado. Los agentes recogieron partes de los vehículos para su posterior identificación. Mientras tanto, el joven llegó a su domicilio y escribió un mensaje en Facebook. En dicho mensaje, recogido por la policía local, el joven confirmaba que había conducido bebido y pedía disculpas a los vehículos con los que había podido colisionar.
Después de ver el mensaje, varios contactos del joven decidieron ponerse en contacto con la policía para dejar constancia. Los agentes accedieron a Facebook, localizaron el mensaje y se personaron en el domicilio del joven. Después solicitar inspeccionar su vehículo, comprobaron que había daños que coincidían con las pruebas recogidas en el lugar del accidente, por lo que procedieron a la detención de Jacob Cox-Brown.
De esta forma, el mensaje publicado en Facebook ha sido clave para la identificación y detención del responsable de la colisión, que ahora se enfrenta a delitos relacionados con la omisión de ayuda y con su conducta al haber abandonado el lugar sin identificarse.