LA FISCALÍA HA INICIADO UNA INVESTIGACIÓN
Alexandre Benalla, un responsable de seguridad de la Presidencia francesa que se hizo pasar por policía y golpeó a manifestantes en las protestas del pasado 1 de mayo, fue detenido este viernes, al tiempo que el Elíseo inició su proceso de despido. El cargo, uno de los más cercanos al mandatario, está arrestado por "actos de violencia en grupo por parte de una persona encargada de una misión de servicio público, usurpación de funciones y porte ilegal de insignias reservadas a la autoridad pública". Asimismo, por "complicidad en apropiación indebida de imágenes procedentes de un sistema de videovigilancia", precisaron a EFE fuentes judiciales.
La Fiscalía inició el jueves su investigación después de que el diario 'Le Monde' publicara un vídeo el miércoles por la noche en el que se le veía golpeando a manifestantes, lo que ha originado una tormenta política en el país, donde la oposición acusa a las autoridades de haber intentado esconder el caso. Benalla fue suspendido de empleo y sueldo durante quince días y privado de sus funciones en materia de organización de la seguridad de los desplazamientos del presidente, para pasar a encargarse de tareas de seguridad internas en el Elíseo, según la cadena 'BFM TV'.
Fuentes presidenciales indicaron a EFE que el Elíseo ha iniciado ahora el proceso de despido después de que la Presidencia fuera informada de "nuevos hechos constitutivos de una falta" por parte del responsable y que son objeto "de un procedimiento judicial". La Fiscalía añadió que ha sido detenido también Vincent Crase, un responsable de la seguridad del partido del presidente que trabajaba puntualmente para el Elíseo y que como Benalla había sido autorizado para asistir a la manifestación del 1 de mayo como "observador" pero no tenía "legitimidad para intervenir".
Crase está arrestado por actos de violencia en grupo y usurpación de funciones. El canal 'BFM TV' añadió que tres policías han sido suspendidos en relación con este caso, sospechosos de haber extraído imágenes de cámaras de videovigilancia de la ciudad de París que mostraban a Benalla. Se cree que dos de ellos copiaron las imágenes y se las pasaron después a Benalla.