EEUU
Algo dicho por el anciano habría molestado a su vecina.
Vivir en una urbanización pacífica, en la que puedas hacer amistades y convivir amigablemente con tus vecinos es una suerte que no todo el mundo tiene. Hay quienes deben convivir con personas con las que no son afines. Y es entonces cuando surgen los problemas.
Normalmente, en estas ocasiones, se producen situaciones tensas y desagradables. Y, en casos muy extremos, estas situaciones pueden llegar a descontrolarse.
Eso es exactamente lo que pasó en San Petersburgo (Florida), cuando una discusión cotidiana entre vecinos desencadenó un hecho insólito: uno de los participantes de la disputa utilizó heces de perro como arma durante el enfrentamiento.
Alrededor de las 8:30 horas de la mañana del pasado domingo, Kali Robertson, de 28 años, paseaba a su perro por el vecindario cuando se cruzó con un vecino suyo, de 76. Entonces, iniciaron una discusión, pese a que, aparentemente, solían mantener conversaciones animadas en los momentos en los que la mujer paseaba a su mascota, según medios estadounidense.
La joven explicó a la Policía que algo dicho por el anciano le "molestó" y por eso tuvo esa reacción. Agarró una "bolsa de heces de perro no asegurada" y la restregó por la cara del hombre, dejando "heces manchadas en su rostro", según indica el informe policial. Tras el incidente, Robertson habría arrojado la bolsa al suelo antes de retirarse visiblemente enfurecida.
La intervención de la policía fue muy rápida, debido a la peculiaridad del incidente. Una vez personados los agentes en el lugar, las autoridades compararon la bolsa para excrementos caninos usada en la discusión con otras que la joven tenía en su posesión. Entonces, admitió su culpabilidad.
Ahora, la mujer se enfrenta a cargos por agresión a una persona mayor de 65 años, un delito considerado grave de tercer grado.
Tras ser arrestada el pasado domingo, fue liberada el lunes después de abonar una fianza de 2.500 dólares (alrededor de 2.350 euros).