EN ESTADOS UNIDOS
Un vuelo con destino a Seattle, desde Nueva York, tuvo un viaje algo peculiar y no pudo realizar su trayecto de forma directa. El motivo fue un pasajero, que intentó acceder a una de las secciones traseras del avión y tras no dejarle comenzó a removerse e intentó abrir la puerta del avión Boeing 737-900 de Alaska Airlines, en el que viajaba.
En un principio se trató de calmar al hombre pero al ver que era imposible tranquilizarlo, el piloto decidió desviar la aeronave hacia Minneapolis. Allí la policía arrestó al pasajero, del que se desconoce todavía los motivos de su comportamiento.
Posteriormente Halley Knigge, portavoz de la línea aérea afirmó que nunca habría sido posible abrir la puerta en pleno vuelo debido a la diferencias que existen entre la presión del aire dentro y fuera del avión, según informan en ABC News.