Israel-Palestina
Los profesionales de la cadena BBC desplazados hasta la Franja de Gaza han quedado sorprendidos al ver el principal centro médico del lugar y a todas las víctimas.
Todo el mundo mira hacia Oriente Próximo. Israel continúa con su respuesta a los ataques de Hamás. Mientras Europa y la comunidad internacional insta a respetar el derecho internacional. El Ejército israelí continúa desplegando tropas en la frontera con Gaza para un ataque en la Franja. Las imágenes que llegan tanto desde la Franja como de Israel son devastadoras. Demoledoras. Periodistas y medios de comunicación ya están en la zona de guerra. En las últimas horas se ha viralizado un vídeo desolador de los compañeros de la cadena BBC.
Son imágenes del hospital Al-Shifa, en Gaza. En el vídeo se puede ver a los periodistas sorprendidos y rotos. En un mensaje difundido en redes sociales, la BBC señala: "El equipo de la BBC en Gaza se sorprendió durante un reportaje por la presencia de decenas de vecinos y amigos suyos entre los heridos y los muertos en el hospital Al-Shifa". Lo peor de la guerra ha sacudido a los profesionales, que también son humanos.
Este hospital se encuentra al límite por la enorme cantidad de víctimas que está acogiendo. Es el principal centro médico de Gaza y los profesionales sanitarios están desbordados. Medios locales alertaron que ya no queda sitio en la morgue y que las ambulancias están siendo objeto de ataques. Tampoco hay suficientes camas.
Desde que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseveró que Israel está en guerra con Hamás tras los ataques terroristas, ya hay cerca de un millón de desplazados en la Franja de Gaza, que está sufriendo incesantes bombardeos. Así lo ha comunicado la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
La directora de comunicaciones de la UNRWA, Juliette Touma, ha alegado que "es probable que la cifra aumente a medida que la gente siga abandonando sus hogares".
"Somos nosotros quienes demoleremos a Hamás", ha exclamado el primer ministro de Israel. Remarca que el país muestra unidad y "envía un mensaje claro a la nación, al enemigo y al mundo". El Gobierno israelí ha confirmado que más de 1.400 personas han muerto en el ataque de la organización islamista.