UNA PRÁCTICA HABITUAL DEL SIGLO XIX
Los Museos Vaticanos albergaban entre su vasto patrimonio cultural dos momias que, pese a parecer de época faraónica, fueron fabricadas en algún momento del siglo XIX, cuando el antiguo Egipto suscitaba un enorme interés. Estas dos momias miden aproximadamente 60 centímetros de longitud, han sido investigadas durante el último año y una de ellas ya ha sido restaurada, publicó hoy el diario "Il Corriere della Sera".
"Los resultados de los análisis han revelado que están fabricadas con el mismo método y que presentan las mismas particularidades", comenta al diario Alessia Amenta, directora de la sección Antiguo Egipto y Oriente Próximo del museo. Ella ha sido la encargada de dirigir las investigaciones y ha contado con la ayuda del profesor Ulderico Santamaria y su asistente Fabio Morresi.
El único elemento de época faraónica hallado en las momias son las propias vendas, que datan del año 2.000 a.C y que, sin embargo, están recubiertas por una resina que solo se encuentra en Europa. "Las vendas son de época faraónica pero cubiertas por una resina que no se encuentra en Egipto sino en Europa", explicó Amenta.
Asimismo dijo que el rostro infantil representado sobre las vendas fue dibujado en una lámina de estaño y cubierto por una resina para dotarle de un aspecto de dorado antiguo, "una técnica típica del siglo XIX inglés".
En relación con su contenido, una tomografía (Tac) realizada en el Hospital G.Martino de Messina (sur de Italia) sobre una de las momias ha revelado que en su interior solo hay "una tibia humana, pero de un adulto de época medieval".
"Un montaje estudiado para engañar a los coleccionistas más incautos", señaló la profesora. En el siglo XIX estalló una auténtica pasión por todo lo relacionado con Egipto a raíz de las campañas militares de Napoleón Bonaparte, el descubrimiento de la piedra de Rosetta y la traducción de sus jeroglíficos por parte de Jean-François Champollion.
Era la época del Romanticismo y los viajeros que atravesaban Egipto, mayoritariamente británicos, solían regresar a casa con una de estas piezas, que exhibían muchas veces sin ser conscientes del fraude.
El periódico informa de que Amenta ha localizado otras cuarenta momias falsas esparcidas por los museos de toda Europa. Por el momento se desconoce la procedencia de las del Vaticano pero los organizadores del museo ya están preparando una instalación para darlas a conocer al público.