TRAS LA EXPLOSIÓN Y HUNDIMIENTO

Desastre medioambiental: el petrolero Sanchi deja en aguas del Mar Oriental de China cuatro manchas de 101 kilómetros cuadrados

El organismo explicó en su último comunicado que ha recogido muestras de agua en 19 puntos cercanos al hundimiento y en cinco de ellos se han encontrado niveles de hidrocarburos que exceden los estándares.

Cuatro días después de la explosión y hundimiento del petrolero Sanchi en las aguas del Mar Oriental de China, cuatro son las manchas de crudo que se han detectado hasta el momento, con una extensión total de unos 101 kilómetros cuadrados.

Los datos más recientes proporcionados la pasada noche por la Administración Estatal de Océanos apuntan a la existencia de cuatro manchas dispersas, con un tamaño que oscila entre los 48 kilómetros cuadrados y los 5,5 kilómetros cuadrados.

El organismo explicó en su último comunicado que ha recogido muestras de agua en 19 puntos cercanos al hundimiento y en cinco de ellos se han encontrado niveles de hidrocarburos que exceden los estándares. El Sanchi, un petrolero iraní registrado en Panamá, explotó y se hundió el pasado domingo por la tarde, ocho días después de colisionar contra el mercante CF Crystal, de bandera hongkonesa, a unas 160 millas náuticas (300 kilómetros) al este del estuario del río Yangtze, junto a la ciudad de Shanghái.

Después de ocho días a la deriva, el barco se hundió a unas 151 millas náuticas (unos 280 kilómetros) al sureste del lugar de la colisión, y actualmente está a 115 metros de profundidad. Tras el hundimiento aparecieron en el océano numerosas manchas de petróleo pero el Gobierno chino todavía no ha especificado si proceden del cargamento del barco, que era petróleo condensado y ligero más sencillo de limpiar o si se trata de combustible, que es más difícil de eliminar.

El buque transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado y una buena parte de ese cargamento ardió durante el incendio que consumió durante una semana el buque, aunque otra parte podría haber acabado en el océano. Las autoridades chinas anunciaron el miércoles que habían ubicado los restos del barco, a 115 metros de profundidad, y que están preparando el envío de robots subacuáticos para examinarlo y ver cómo pueden limpiar el posible crudo que quede, además de que todavía hay que determinar si en el barco queda algo del fuel empleado como combustible.

Una de las principales cuestiones pendientes de resolver es si los tanques de combustible reventaron con la explosión que hundió el barco o si por el contrario aún contienen carburante, lo que implica el riesgo de que pueda seguir derramándose durante los próximos días. Según indicó al diario independiente South China Morning Post el especialista en operaciones marítimas de la Universidad Marítima de Dalian, Gong Yongjun, existen varios tipos de dispositivos robóticos que podrían usarse para estas tareas.

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