EL EXNOVIO NIEGA LOS HECHOS
Linda Manzo Gómez es una joven mexicana de 22 años cuya desaparición el pasado martes ha conmocionado al país. Quedó ese día con un exnovio para ir a un bar y se puso en contacto por última vez con su familia esa misma madrugada para decirles que había escapado y estaba en una estación de autobuses porque la estaban intentando vender a un hombre mayor.
Después de recibir ese audio, a pesar de que eran las tres de la mañana, su hermana y otros familiares fueron a buscarla a la estación, pero no estaba allí y nunca volvieron a saber nada de ella aunque la han buscado por todos los hospitales y albergues. De hecho, según informa 'Proceso', su teléfono móvil permanece apagado desde entonces.
No se sabe nada más de su paradero y las únicas pistas que existen son el audio enviado de madrugada y una llamada que mantuvieron la desaparecida y su hermana a las nueve de la noche en la que todo parecía ir bien.
Francisco Molina, el exnovio con el que había quedado, ha negado la acusación y defiende que fue ella misma fue la que se bajó de su furgoneta a la hora de la desaparición después de una discusión y ya no ha vuelto a saber nada de ella. En cualquier caso, tendrá que declarar ante la justicia porque fue la última persona que a vio con vida y los investigadores quieren corroborar su versión.
La joven desaparecida mide 1,60 metros y es de complexión delgada. La última vestimenta con la que se le ha visto consta de una blusa negra y un pantalón azul.