LOS DESAFÍOS CONTINENTALES PARA EL AÑO QUE VIENE
En 2014 volveremos a mirar mucho hacia Bruselas. En el mes de mayo, las elecciones europeas nos dirán cuánto daño ha hecho la crisis económica en el desapego a la Unión. En España, ese porcentaje alcanza ya el 75%. Unos comicios amenazados, además, por el auge del populismo.
"Si hubiera una fuerte influencia del euroescepticismo en el Parlamento Europeo -reconoce su portavoz, Jaume- eso tendría una influencia negativa en todas las políticas comunitarias".
Cambiarán también muchos rostros conocidos, como el del presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, y el del comisario Joaquín Almunia, que se marcha dejando en el aire algunas investigaciones determinantes para España y que le han causado muchos dolores de cabeza: los astilleros y las ayudas ilegales al fútbol español.
Las turbulencias del euro también seguirán siendo una amenaza en 2014, aunque el año comienza con una buena noticia económica: el 23 de enero es la fecha oficial del final del rescate de los bancos españoles.
Y otro desafío más: la difícil gestión de las consultas independentistas en Escocia y Cataluña.