Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha formado un nuevo Gobierno con orientación derechista a propuesta del primer ministro Michel Barnier.
Este sábado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dado a conocer los nombres del nuevo Gobierno, que está marcado por una notable inclinación hacia la derecha. La lista de ministros, propuesta por el primer ministro Michel Barnier, refleja un giro ideológico del Ejecutivo, dos meses y medio después de que Macron convocara elecciones anticipadas en un intento por reforzar su posición política.
Entre los nombres más destacados del nuevo gabinete se encuentra Bruno Retailleau, nombrado ministro del Interior. Retailleau, líder del grupo en el Senado de Los Republicanos (LR), el partido del propio Barnier, es conocido por su postura firme en temas de inmigración. Este nombramiento refleja claramente la orientación derechista del nuevo gobierno de Macron, que parece buscar una mayor sintonía con los sectores conservadores del país.
Por otro lado, en un movimiento que busca cierto equilibrio, Macron ha incluido en su gabinete a una figura de la izquierda, Didier Migaud, quien asumirá el Ministerio de Justicia. Migaud fue diputado socialista durante casi 22 años, y su nombramiento parece ser un gesto simbólico hacia los sectores progresistas de la sociedad francesa.
El nombramiento de Michel Barniercomo primer ministro, anunciado hace dos semanas, no ha estado exento de polémica. Barnier, aparte de por su clara posición en cuanto a la inmigración, es conocido por su papel como negociador principal del Brexit por parte de la Unión Europea. Se trata de un miembro del partido Los Republicanos (LR), que quedó en segundo lugar en las elecciones legislativas de julio, detrás de la coalición de izquierdas, el Nuevo Frente Popular.
Este sábado, decenas de miles de manifestantes se congregaron en las calles de París para expresar su descontento con la elección de Barnier como primer ministro. Los grupos de izquierda parlamentaria fueron los principales organizadores de las marchas, que partieron desde la icónica plaza de La Bastilla. Los manifestantes coreaban consignas pidiendo la dimisión de Macron, quien enfrenta una creciente oposición desde la izquierda.
Barnier ha tenido serios problemas para conformar su gabinete. La división política en Francia ha dejado un terreno complicado, con un parlamento fragmentado que dificulta el consenso. La falta de una mayoría clara, combinada con la creciente tensión entre la derecha y la izquierda, ha hecho que el primer ministro deba actuar con cautela para evitar un choque frontal con los partidos de la oposición.
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