Asesinato
La víctima mortal, de solo 23 años, llamó a la Policía para denunciar a su asesino declarando que "no la dejaba en paz" y que le preocupaba que "la próxima vez fuera peor". Ellos consideraron que el riesgo era bajo.
En Duckmanton, en el condado británico de Derbyshire, una joven de 23 años fue asesinada por uno de sus antiguos compañeros de trabajo al que denunció previamente por acoso, y ahora se ha celebrado el juicio. El cuerpo del asesino se encontró cerca del de la víctima, siendo la primera hipótesis un suicidio.
Gracie Spinks trabajaba en la empresa de comercio electrónico Xbite desde 2019, lugar en el que conoció a su asesino, Michael Sellers, que entró en la empresa en 2020. En febrero de 2021, meses antes de que tuviera lugar su asesinato y de rechazar la proposición del agresor de comenzar una relación romántica, llamó a la Policía para denunciar a Sellers por acoso. La joven decidió interponer la llamada después de encontrarse al agresor esperándola sentado en la finca a la que iba a montar a caballo. La víctima denunció que Sellers "no la dejaba en paz" y que le preocupaba que "la próxima vez fuera peor".
Según informaciones de la víctima expuestas en Chesterfield Coroner's Court, los dos involucrados llegaron a "empezar a conocerse", pero la joven no quiso tener una relación sentimental con él: "Lo rechacé porque no sentía nada por él y entonces se obsesionó conmigo y no me dejaba en paz".
Spinks definió a Sellers como "un completo bicho raro" que "podría secuestrar a alguien".
En el juicio, se ha reproducido la llamada de la denuncia ante el jurado. En ella Spinks dijo: "Nada más rechazarlo se puso cada vez más raro". "Básicamente, pasaron muchas cosas, y el 4 de enero, antes de ir a trabajar, estaba sentado esperándome en el campo de mi caballo, esperando a que yo fuera allí, lo que me asustó mucho. Es por esto que conduje directamente al trabajo y se lo conté, y han estado haciendo una enorme investigación sobre él y le han suspendido. Lo despidieron, pero ahora está intentando apelar, diciendo que tanto yo como la otra personas somos unas mentirosas. No quiero que pase nada, no busco que lo arresten ni nada, pero sólo quiero que haya algo en el expediente. Yo lo denuncié porque en mi trabajo me han dicho que han pasado cosas así en el pasado y que ésta es la peor que han escuchado. Me han dicho que cada vez que ha pasado esto en el trabajo, ha ido a peor, y me preocupa que, ya sabes, la próxima vez que le pase a alguien, pueda ser peor que seguirme y no dejarme en paz".
Spinks le trasladó a la empresa todo lo que había ocurrido. En respuesta, Sellers fue investigado, suspendido y, finalmente, despedido. A su vez, salieron más testimonios de otras chicas que también aseguraban haber sido acosadas por Sellers.
La víctima comenzó a experimentar cada vez más miedo ante la idea de que Sellers intentara encontrarla de nuevo o a que, directamente, se presentara en su casa. En este momento, un sargento de la Policía decidió que la denuncia que interpuso por llamada debía ser investigada.
Las anotaciones del sargento, que fueron leídas en la investigación, decían: "Creo que hay un riesgo real e inmediato para su seguridad. Aunque nunca han tenido una relación íntima, el sospechoso podría sentirse despreciado o algo peor".
Después de esta valoración, se asignaron a dos agentes de seguridad. Sarah Parker, fue la primera en reunirse con la víctima. Sin embargo, no tomó nota de todo lo que Spinks le había estado relatando durante más de 40 minutos el 6 de febrero de 2021. Es más, en su informe tan solo escribió que habían acordado que todo se quedase en "algunas palabras de consejo" ya que "podrían ser la mejor manera de avanzar".
Días después, el 16 de febrero, la agente se puso en contacto con Xbite para obtener los datos de contacto de Sellers. Tras reunirse con el acusado en un aparcamiento, decidió cerrar la investigación ese mismo día. En el informe que redactó acerca del encuentro explicó: "Hoy he visto a Sellers. Parecía creer que tenía una relación con la Srta. Spinks. Le dije que no era el caso y que no volviera a contactar con ella".
La agente consideró que la amenaza que simbolizaba Sellers para Spinks era baja, por lo que no tomó más cartas en el asunto.
El 18 de junio de 2021, Gracie Spinks se dirigió a los establos de Blue Lodge Farm para pasar tiempo con su caballo. Sin embargo, Sellers la sorprendió y la apuñaló 10 veces.
Cuando la Policía llegó al lugar de los hechos observaron que el cuerpo del asesino se encontraba a 150 metros del de la víctima. Además, encontraron una nota en la que decía que no podría "hacer frente a todas sus mentiras".
El juicio, que continua a la espera de una resolución, ha contado con numerosos testimonios de diversos testigos.
Al relato de los agentes de Policía se suma el de Lee Bingham, director de operaciones de Xbite, que aseguró que informó a la agente Parker acerca de que Sellers había mantenido contactos inapropiados con otras dos mujeres. La investigación ya había oído que Sellers había acosado a ocho mujeres antes que a la Sra. Spinks, y que al menos cuatro de ellas habían denunciado la conducta de Sellers a Xbite.
Ante esto el juez, Matthew Kewley, se dirigió directamente a la agente Parker y le preguntó como no había investigado más considerando que ya existían antecedentes respecto al tema.
"No se había revelado nada que me hiciera pensar que tenía que denunciar más delitos. Seguía considerándolo de bajo riesgo. Ojalá ahora, sabiendo lo que ha pasado, lo hubiera solicitado, pero en aquel momento, basándome en la información que me habían dado, no pensé que fuera una investigación proporcionada", declaró la agente.
La agente Parker coincidió con la representante de la familia de la víctima, Narita Bahra KC, cuando la acusó de "abandonar a su suerte" a Spinks. "Acepto que mis actualizaciones del informe criminal no son todo lo completas que deberían ser", admitió la agente.
Finalmente, la agente Parker dijo que, en retrospectiva, estaba de acuerdo en que el comportamiento de Sellers era "obsesivo" y que habría elevado su nivel de riesgo y "sin duda" le habría interrogado bajo caución.