Salud
La Organización Mundial de la Salud recomienda a Europa que se prepare para posibles brotes de dengue tras las olas de calor que se multiplican por el cambio climático.
Hasta ahora se trataba de una enfermedad tropical que sobre todo afectaba a la población de Asia, Sudamérica y África y donde causaba unas 20.000 muertes al año. Pero tras los casos de dengue detectados en Europa, las autoridades sanitarias han dado la voz de alarma.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, los llamados “mosquitos tigres”, que causa al menos 390 millones de infecciones por año. El problema es que la incidencia de casos aumenta sin parar debido a factores como la globalización, los viajes, el comercio, factores socioeconómicos, la evolución viral y también el cambio climático.
En Europa la mayoría de los casos detectados, más del 99%, están relacionados con los viajes. El mosquito suele picar al aire libre por la mañana y al atardecer. Y los síntomas aparecen entre cuatro y diez días después. Fiebre alta dolor de cabeza y dolor articular o erupciones cutáneas son los síntomas más comunes.
Este año se han notificado los primeros casos autóctonos de dengue en Francia e Italia. Y también en España. El pasado mes de septiembre se registró en Reus un caso de dengue autóctono en un niño. En estos casos es muy relevante encontrar el foco de tranmisión para controlar su expansión.
Aunque hay dos vacunas autorizadas, tienen un inconveniente: tras el pinchazo, aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad grave por dengue si uno se infecta posteriormente por una picadura.
De ahí que la Organización Mundial de la Salud haya recomendado a los gobiernos la importancia de desarrollar planes de acción para una rápida detección y monitoreo de síntomas entre la población.