Cadena perpetua
Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart fueron condenados en 1983 en Baltimore (EEUU) por el asesinato de un niño de 14 años. Sin embargo ahora, 36 años después, saldrán de la cárcel tras una revisión de los informes policiales.
"Ha sido un infierno", aseguró Chestnut tras salir de prisión. Tenían entre 16 y 17 años cuando fueron detenidos y ahora volverán a vivir libres rozando los 50. Siempre mantuvieron la inocencia tras su arresto pero una petición de información hace pocos meses les permitió descubrir nuevas pruebas que sus abogados les ocultaron.
Duckett, de 14 años, fue asesinado a tiros por una chaqueta de baloncesto de la Universidad de Georgetown. Nunca se encontraron restos de sangre en la chaqueta, pero fueron condenados porque ese día no estaban en clase, según el testimonio de los testigos. Les detuvieron el Día de Acción de Gracias en sus casas a punta de pistola.
Desde entonces, nadie prestó atención a quienes querían aportar datos sobre otro tirador. "No hay forma de reparar el daño a estos hombres, cuando les robaron 36 años de su vida", dicen ahora las autoridades.