HUBO 30 HERIDOS
Un joven de origen iraquí y procedente del condado inglés de Surrey fue este jueves declarado culpable de "intento de asesinato" por un juez británico tras haber perpetrado un ataque terrorista en un vagón del metro de Londres el pasado 15 de septiembre, que se saldó con 30 heridos.
En una audiencia celebrada en el tribunal penal de Old Bailey, en la capital británica, el magistrado Charles Haddon-Cave justificó su veredicto a Ahmed Hassan, de 18 años, por la "abrumadora evidencia" hallada en su contra. El joven colocó un explosivo de fabricación casera en el interior de un vagón de metro, que detonó de manera parcial cuando se encontraba en la estación de Parsons Green, en el suroeste de la capital británica.
"Ahmed Hassan, este jurado de la Corte de Old Bailey te ha encontrado culpable de intento de asesinato en base a una evidencia abrumadora", afirmó en la vista el juez, que revelará la próxima semana cuál es la sentencia. Según ha determinado el proceso judicial, el joven empleó el componente químico denominado TATP a fin de causar una explosión que puso vidas en peligro y se saldó con tres decenas de heridos. Hassan, que vivía con una familia británica de acogida y asegura que sus padres murieron en Irak, fabricó el aparato y lo colocó en el vagón, en el que viajaban en ese momento 93 personas.
En una sesión preliminar celebrada el pasado enero, el chico negó los cargos que se le imputan. La fiscal Alison Morgan recordó que el artefacto de fabricación casera, supuestamente elaborado por el acusado, explotó de manera parcial el 15 de septiembre del pasado año "justo antes de las 08.20 GMT", al poco de que el metro llegara a la citada estación.
La explosión parcial de la bomba improvisada creó una enorme bola de fuego, que provocó que algunas personas se vieran atrapadas por las llamas y sufrieran quemaduras significativas, además de entrar en estado de pánico. Esas personas "fueron afortunadas, pues si el explosivo se hubiera detonado en su totalidad, es inevitable que hubiese provocado daños y lesiones graves dentro del vagón".
"Aquellos que se encontraban cerca (de la bomba) podrían, incluso, haber muerto", subrayó la fiscal. Al parecer, el autor convicto de los hechos se había bajado en la estación previa de Putney Bridge y nunca tuvo intención de resultar él mismo lesionado, pues creó un temporizador para asegurarse de que (la bomba) se detonaba en su ausencia. Además, dentro del cubo en el que instaló el explosivo, Hassan colocó metralla destinada a ocasionar, durante la explosión prevista, el máximo daño posible.