ATRAE A TURISTAS
Cada verano se repite la imagen de decenas de personas saltando desde el puente de Mostar, en Bosnia.
Una tradición que ha atraído a multitudes de turistas hasta la localidad para ver los saltos desde el puente, que mide 27 metros.
Los participantes, croatas y musulmanes, alcanzan en su caída casi los 80 kilómetros por hora.
Este antiguo puente otomano, reconstruido en el año 2004, es símbolo de la reconciliación después de la Guerra.