China
El provost y decano de la Escuela de Asuntos Globales y Públicos de IE University se encuentra en Melbourne, Australia, para hablar de la situación del país y de cómo es la relación con China.
El ascenso de China en el orden internacional plantea retos en una escala inmensa para Australia. Plantea un reto de naturaleza doméstica, de seguridad y resiliencia doméstica por la enorme dependencia comercial, en el ámbito por ejemplo del gas natural, que se exporta en cantidades inmensas a China.
En algunos sectores hay una dependencia potente de la relación económica con China, pero también en el aspecto doméstico, por la enorme población de origen chino que hay en Australia y que, en algunas instancias, se ha intentado movilizar a que actúe como un elemento de influencia en la vida política y cultural australiana. Por tanto esa dimensión doméstica es muy central.
La segunda tiene que ver con la gobernanza regional: como se consigue armar una arquitectura regional en Asia a través del SEAN, a través del quad, que es un encaje estratégico entre Japón, la India, Estados Unidos y Australia para construir capacidades e independencia de los países de la región. Cómo se consigue enhebrar una serie de relaciones que encarrilen a China y la inserten en un marco donde la referencia no sea la hegemonía china en la región.
El tercero tiene que ver con un orden internacional y un orden de seguridad internacional donde los intereses australianos se vean protegidos. Ahí entran los acuerdos con otros aliados, la alianza estratégica con Estados Unidos y el viaje que está ya a punto de producirse: el primer ministro australiano viajará a Madrid para participar en la cumbre de la OTAN a final de junio donde va a plantear, sin lugar a duda, la importancia Indo-pacífica y de que los europeos se comprometan con la seguridad de esta región.