Coronavirus
Una joyería israelí está trabajando en la que será la mascarilla más cara del mundo. La ha encargado un millonario chino residente en Estados Unidos.
Su cara externa será de oro blanco, decorado con 3.600 diamantes blancos y negros, y en su interior dispondrá de filtros N99, las más eficaces para evitar el contagio del coronavirus.
El problema es que pesa un cuarto de kilo, casi 100 veces más que una mascarilla quirúrgica convencional. Cuesta casi un millón y medio de euros.
Desde la compañía señalan que están muy felices de que "esta mascarilla nos haya dado suficiente trabajo para que nuestros empleados puedan realizar sus trabajos en tiempos tan desafiantes como los actuales".
También indican que puede "que el dinero quizás no compra todo, pero si puede comprar una mascarilla para el coronavirus muy cara y el tipo quiere usarla, caminar y llamar la atención, debería estar contento con eso".