Recién nacido
Kallie Bender es una niña que nació prematura, con un peso de 370 gramos, a las casi 25 semanas de gestación. La recién nacida resultaba ser más pequeña que una muñeca de juguete, e incluso su brazo cabía con facilidad en el anillo de compromiso de su madre.
La madre fue ingresada cuando los médicos descubrieron que el tamaño del feto no era el corriente. Asimismo, el embarazo fue calificado de alto riesgo por la elevada presión alterial.
Tras dar a luz, la bebé fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos del Hospital St.Joseph's de Dignity Health, en Phoenix, EEUU, donde estuvo más de cinco meses, bajo el continuo control especializado de enfermeras. Además Kallie tuvo que someterse a una operación quirúrgica cuando los médicos le detectaron un conducto arterioso permeable.
Finalmente, la pequeña se ha recuperado y pesa más de tres kilogramos, por lo que le han dado el alta y ha podido irse a su hogar junto a sus padres y sus tres hermanos.