Así lo vivimos
La muerte de Pablo Escobar no pasó desapercibido para nadie. Desde entonces, han habido muchas versiones, series y películas que han proliferado en nuestra sociedad acerca de la muerte de uno de los narcotraficantes más buscados del mundo.
Fue el 2 de diciembre de 1993 cuando Estados Unidos, a través de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) y del FBI, acabó con la vida de Escobar, natural de Rionegro.
Un año antes, el Gobierno de Colombia quedó en evidencia frente al Gobierno norteamericano tras conocerse que tanto Escobar como sus hombres habían conseguido escaparse de la cárcel donde estaban privados de libertad. Lo consiguieron, y con gran facilidad.El Gobierno de Colombia quedó en evidencia frente a Estados Unidos tras conocerse la huida de la cárcel que tanto Escobar como sus hombres consiguieron
Era la conocida cárcel de La Catedral, donde el colombiano gozaba junto a sus capos de todo tipo de privilegios: fiestas, juegos o visita de familiares, entre otros.
Tras hacerse pública su huida, el dueño del Cartel de Medellín se convirtió de una de las personas más buscadas del mundo. Finalmente, Escobar, después de que los servicios de inteligencia localizaran su ubicación, murió tras recibir un disparo en la cabeza.
Mató a más de 1.000 de personas
A medida que Pablo Escobar cobraba importancia en la sociedad, mayor era su crueldad. La templanza y la tranquilidad con la que cometía los crímenes, al contrario que otros, fue lo que le convirtió en el 'rey de la droga'.
Durante su actividad llegó a matar aproximadamente a 10.000 personas. Jueces, fiscales, policías, militares o políticos, cualquiera que se entrometiera en su camino pagaría las terribles consecuencias.
Llegó a aparecer en la revista Forbes
"Si sigues gastando de esa manera, vas a terminar en Forbes”, le llega a decir un hombre de su confianza en la serie de Netflix.
Y así fue, Pablo Escobar apareció en siete ocasiones consecutivas en la lista de los hombres más ricos del mundo. El cartel de Medellín se había convertido en una multinacional de la droga. Tal fue su expansión, que el patrimonio de Escobar alcanzó más de los 1.000 millones de euros.