Guerra en Ucrania
Más de 10 millones de personas se han desplazado desde el inicio de la guerra en Ucrania y la paz parece todavía algo muy lejano.
El pasado 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, lanzó su primera ofensiva en el este de Europa provocando el estallido de la guerra en Ucrania. Un mes después, las tropas ucranianas continúan resistiendo a unos ataques rusos cada vez más intensos contra objetivos militares, y, sobretodo, contra la población civil. Las grandes ciudades ucranianas han sido dura e intensamente bombardeadas por las Fuerzas Armadas rusas mientras la diplomacia sigue siendo la gran esperanza occidental.
Ciudades como Mariúpol, Járkov, Kiev, Irpín o Chernígov, están siendo arrasadas por las tropas de Vladímir Putin. La ciudad portuaria de Mariúpol es la localidad más golpeada en la guerra de Ucrania. Los barrios residenciales están reducidos a pedazos, la población civil vive sin electricidad, sin luz y con escasez de alimentos y medicamentos. Desde Cruz Roja la calificaron de "apocalíptica". Kiev, el principal objetivo del Kremlin, resiste para que el enemigo no llegue al centro de la ciudad.
Desde Ucrania han logrado contener una invasión rusa que tenía previsto alcanzar su objetivo con rapidez. Un mes más tarde, Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, continúa mandando mensajes de arenga a su población y tropas para que no pierdan la esperanza mientras pide más apoyo y ayuda a la comunidad internacional. Los horrores de la guerra han provocado más de 10 millones de desplazamientos en Ucrania para escapar de las bombas y los disparos. Más de 3,6 millones de civiles se han convertido en refugiados desde el inicio de la invasión rusa.
Una resistencia heroica
Mientras la comunidad internacional castiga con duras sanciones económicas a Rusia, el Ejército de Ucrania ha mostrado una asombrosa capacidad de resistencia ante los intensos ataques del gigante militar ruso. Las diferencias logísticas entre ambas naciones son abismales, pero gracias al envío de armas desde Occidente y el valor de las tropas ucranianas, han conseguido contener durante un mes las ansias de conquista de Putin.
Este jueves se celebra una cumbre de urgencia en la OTAN para abordar la guerra en Ucrania desde Bruselas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya se encuentra en Europa junto a sus aliados. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ha reiterado durante semanas que de ninguna manera intervendrán en la guerra, a menos que un país miembro sea atacado.
La esperanza para la paz en Ucrania recae en los esfuerzos diplomáticos, aunque el desenlace pacífico parece estar lejos todavía. Las delegaciones rusa y ucraniana continúan en contacto negociando las condiciones para el fin de la guerra, aunque tienen posturas muy diferentes.
Bombardeo y asedio sobre civiles
Tan solo pasaron unos días cuando Rusia cambió su estrategia en la guerra. Pasaron de atacar estructuras militares a barrios residenciales. El conflicto deja imágenes desgarradoras, edificios reducidos a escombros, calles vacías, árboles bajo cenizas, hospitales y centros educativos atacados y miles de civiles muertos por el asedio ruso. La comunidad internacional ha acusado a Rusia de cometer crímenes de guerra en Ucrania.
Debido al asedio ruso sobre la población, Ucrania lleva varias semanas abriendo corredores humanitarios para evacuar a la población civil de las zonas más asediadas. Los ataques de las Fuerzas Armadas rusas siguen extendiéndose por el país a ciudades que hasta hace unos días no habían sido atacadas, como Leópolis. La comunidad internacional busca un mediador clave para buscar la paz en Ucrania y ha pedido en varias ocasiones a China que se posicione en el conflicto.