CON LA INAUGURACIÓN DEL ESTADIO NACIONAL DE BRASILIA

Cuenta atrás en Brasil para vivir tres años como capital del mundo

El país sudamericano se prepara a marchas forzadas para acoger a corto plazo tres grandes eventos: La Jornada Mundial de la Juventud, el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. Sólo preocupa la violencia en un país que espera un gran empuje para el turismo y la economía.

Con un saque de honor en el estadio Nacional de Brasilia, ha comenzado la cuenta atrás para los grandes eventos que convertirán a Río en la capital mundial del deporte entre 2014 y 2016. "Creo que es un avance para Brasil y una demostración de lo que hemos sido capaces de hacer, además de poder dejar un legado para la comunidad social, cultural y educativa", ha dicho la presidenta del país, Dilma Rouseff.

Antes, este mismo año, otro gran acontecimiento atraerá a millones de turistas. Será en la Jornada Mundial de la Juventud en julio. Será la primera visita del Papa Francisco al país y, en general, al continente sudamericano.

La violencia es el mayor quebradero de cabeza para las autoridades, sobre todo en las favelas o en la empobrecida región noreste. Más de 5.000 policías y agentes privados, apoyados por otros 5.000 militares, se encargarán de controlar y vigilar el país durante el transcurso de estos eventos.

El Mundial de Fútbol supondrá un desembolso de 35 mil millones de euros y se estima que generará más de 75 mil millones, además de crear 120.000 puestos de trabajo al año. Y después del Mundial, llegarán los Juegos Olímpicos en 2016, con las que el Gobierno de Brasil confía en duplicar su número de visitantes, mejorar su reputación y convertirse definitivamente en un país atractivo para los negocios.

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