HAN COMENZADO A IDENTIFICAR A LAS VÍCTIMAS
De luto tras vivir uno de los desastres aéreos más trágicos de su historia, Cuba llora a los 110 muertos del avión accidentado el viernes en La Habana, mientras arropa a las familias de las víctimas y envía fuerzas a las tres únicas supervivientes, que luchan por sus vidas en un hospital habanero.
La investigación avanzó con la aparición de una de las cajas negras, en un día marcado por el dolor de las familiares y el inicio de la identificación de los cadáveres.
La noticia del siniestro, ocurrido a las 12.08 hora local (16.08 GMT) cerca del Aeropuerto Internacional José Martí y confirmado casi de inmediato en una inédita cobertura por los medios oficiales de isla, se recibió con incredulidad y conmoción en el país, poco habituado a este tipo de catástrofes. "Fue terrible, fue terrible", contó emocionada Pilar Cordero.
La mujer fue una de los habitantes de la pequeña comunidad "Alturas del Aeropuerto" que desafiando al peligro corrieron para prestar auxilio a la zona agrícola donde cayó el Boeing 737, rentado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air.
Las imágenes que circulan de móvil en móvil, y que ningún medio se ha atrevido a mostrar, son dantescas. De los 113 ocupantes del vuelo DMJ-972, que cubría la ruta entre La Habana y Holguín (a unos 700 kilómetros al este de La Habana), más de un centenar murieron en los sembrados de la finca, algunos todavía amarrados a los asientos de la aeronave.
Un día después de la tragedia, y tras algunas confusiones iniciales, se conocieron las cifras definitivas del siniestro del Boeing 737 que llevaba a bordo a 113 personas: 110 fallecidos, entre ellos cinco niños, y tres supervivientes que luchan por su vida en el hospital Calixto García de La Habana, en estado muy grave. Entre los muertos hay 99 cubanos y once extranjeros: los seis miembros mexicanos de la tripulación (tres hombres y tres mujeres), un matrimonio de argentinos, dos hombres saharauis y una mujer mexicana.
La visión de los pasajeros golpeando las ventanas con los rostros desfigurados por el terror es un recuerdo que no se le borrará fácilmente a la joven de 21 años Rocío Martínez, la primera en llegar al desastre, a escasos metros de su casa. "Que tú sepas que vas a morir, y no puedas hacer nada. Cierro los ojos y veo esa imagen", confesó Martínez a la web oficial Cubadebate.
Los relatos varían ligeramente, pero en lo que todos coinciden es en resaltar la maniobra del piloto (el mexicano Jorge Núñez), que supuestamente habría evitado colisionar contra una escuela y otros edificios, algo "que posiblemente nos salvó la vida", señaló Yordelis Góngora.
El avión accidentado, que se precipitó a tierra minutos después de despegar del aeropuerto José Martí de La Habana con destino a la provincia de Holguín (este), pertenecía a la aerolínea mexicana Global Air. Cubana lo operaba en régimen de alquiler, aunque el mantenimiento técnico del aparato estaba a cargo de la empresa propietaria, aclaró este sábado el ministro de Transporte de la isla, Adel Yzquierdo.
Según el ministro, el aparato -fabricado en 1979- fue arrendado hace menos de un mes y tenía toda su documentación en regla. Las revisiones técnicas anuales de los aparatos de Global Air dependen de la Dirección General de Aeronáutica Civil de México y el avión accidentado superó la última en noviembre de 2017, aunque un expiloto de la compañía aseguró hoy desde México que denunció a la aerolínea porque en varias ocasiones voló en aparatos con problemas técnicos.
El estupor ha dado paso al dolor y a la solidaridad, que muchos han trasmitido a través de Facebook, Twitter o Instagram, donde marca tendencia la etiqueta #FuerzaCuba junto a la imagen de un avión con fondo negro. Cientos de personas han publicado fotos de la bandera cubana en blanco y negro y "prendido" lazos negros a sus fotos de perfil en Facebook, la red social más usada en la isla, a tono con el duelo oficial de dos días decretado en Cuba. Incluso los logotipos de los principales medios estatales cubanos aparecen hoy teñidos de luto.
Los cibernautas también han usado las redes sociales para publicar fotos y tributos a las víctimas. Así, el mundo supo sobre la joven cirujana cubana Mónica Leyva y su bebé Alexia, inmortalizadas en una tierna foto, o sobre la triste casualidad que hizo que Marisela y Julio, un matrimonio de la provincia de Granma (este) de visita en La Habana, tomaran un vuelo que originalmente no era el suyo. También sobre Daniel Terrero, que ya no podrá celebrar mañana domingo su 22 cumpleaños, o sobre los 10 matrimonios pastorales de la Iglesia del Nazareno que regresaban a Holguín tras un retiro espiritual en la capital cubana.
El propio presidente Miguel Díaz-Canel, que trasmitió sus condolencias desde el lugar del siniestro, se acercó al hotel y al Instituto de Medicina Legal para apoyar a las familias. Díaz-Canel, que cumple hoy un mes en el poder en medio de la tragedia, pasó antes a interesarse por el estado de las tres supervivientes que son atendidas en el hospital Calixto García.
Las esperanzas del país entero están puestas en la recuperación de Mailén Díaz (19 años), Gretell Landrovell (23) y Emiley Sánchez (39), que se mantienen "estables dentro de su gravedad" y son atendidas días y noche con "los mejores recursos" que cuenta la isla, aseguraron las autoridades médicas cubanas.