EN LA CIUDAD DE CHANGSHA, EN CHINA
Los cuatro estudiantes de reparación de automóviles en una escuela en China, se presentaron a un concurso con una idea brillante: transformar un coche viejo y deteriorado en un Ferrari.
El concurso iba dirigido para lograr que todos aquellos concursantes que se presentasen, cultivasen su imaginación y la creatividad, así como la mejora de sus habilidades de transformación de automóviles.
Estos cuatro estudiantes reconocen que para su proyecto inviertieron dos meses y 10.000 yuanes chinos.
Sin embargo, no fueron los únicos que lograron sorprender al jurado. Uno de sus rivales podría superarles con la construcción de un coche de lujo, a partir de piezas caseras de origen Taobao.