AUMENTA LA SEGURIDAD PARA CONTROLAR LAS PROTESTAS
Duros enfrentamientos estallaron entre manifestantes y policías en Baréin después de la ejecución de un prominente clérigo chií en Arabia Saudí, que fue considerada "un crimen" por dirigentes de esa rama del islam de varios países.
Las reacciones a la ejecución del clérigo Nimr Baqir al Nimr, ajusticiado junto a otras 46 personas, no se hicieron esperar entre la comunidad chií de países árabes como Baréin, el Líbano o Irak, lo que ha agudizado las ya crecientes tensiones sectarias. En Baréin, los chiíes tomaron las calles en varias localidades después del rezo del mediodía para protestar por esta ejecución, lo que derivó en choques con las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes enarbolaron fotografías de Al Nimr, quemaron neumáticos y entonaron lemas que pedían la muerte para la familia Al Saud, que gobierna en Arabia Saudí, y contra la monarquía bareiní, que profesa el islam suní como la saudí.
La Policía bareiní aumentó su dispositivo de seguridad para impedir las protestas, desplegando vehículos blindados y disparando perdigones y gases lacrimógenos contra los manifestantes. Además, el Ministerio del Interior aseguró que aquellos que critiquen la decisión saudí serán castigados con una multa equivalente a 530 dólares o con hasta dos años de cárcel.
La situación en Baréin es inestable desde febrero de 2011, cuando comenzaron las protestas de la mayoría chií contra la monarquía suní gobernante para exigir reformas políticas. En el Líbano, el grupo chií Hizbulá responsabilizó a EEUU por la ejecución e instó a la comunidad internacional a condenar ese "crimen odioso" y a incluir a las autoridades saudíes en la lista de grupos terroristas.
"EEUU y sus aliados, que protegen al régimen saudí, son responsables de encubrir sus crímenes contra su pueblo y los de la región y asumen la responsabilidad directa y moral de esa ejecución", afirmó Hizbulá en un comunicado.
Según Hizbulá, el verdadero motivo de la ejecución del prominente clérigo es que reivindicaba que "se otorguen derechos a un pueblo oprimido y gobernado por el despotismo y la ignorancia". También el vicepresidente del Consejo Superior Chií, el jeque Abdul Amir Qabalan, calificó hoy de "grave error" y "acto imprudente y peligroso" la ejecución del clérigo disidente saudí.
"Es un crimen contra la humanidad que tendrá repercusiones en los próximos días. Matarlo (a Al Nimr) es un llamamiento a la escisión y a la tensión sectaria", subrayó. También desde Irán, la gran potencia chií, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hosein Yaber Ansarí, denunció "la profunda imprudencia e irresponsabilidad" del Gobierno de Arabia Saudí, que -agregó- "pagará duro" esta acción.
Al Nimr fue ejecutado hoy después de que en octubre pasado el Tribunal Supremo confirmara su condena a pena de muerte por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria.
El clérigo fue detenido en julio de 2012 por varias causas, entre ellas por apoyar a células terroristas y los disturbios contra las autoridades saudíes que estallaron en febrero de 2011 en la provincia de Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií. Además, las autoridades saudíes ejecutaron hoy a otras 46 personas condenadas por pertenecer a grupos terroristas y cometer ataques en el reino.