POLÉMICA EN LAS REDES SOCIALES
Johny Yuile, de origen neozelandés, salió a cazar con su hija, de 8 años, para enseñar a la pequeña lo que era la caza. Después de perseguir durante unos kilómetros a su presa, padre e hija dieron con un ciervo y lo convirtieron en su trofeo.
Yuile asegura en una publicación de Facebook que era "un padre orgulloso" después de que su "princesa ninja de color rosa" rastreara al animal, y luego hiciera un "tiro realmente complicado" con su Remington 7mm-08 a 40 metros de distancia.
"El corazón todavía estaba caliente"
Tras matar al ciervo, la pareja retira el "corazón todavía caliente" del cadáver y la hija, Chloe, sin pensarlo, le da un bocado al órgano.
El momento fue capturado por el padre en una fotografía que más tarde sube a su perfil personal de Facebook (la imagen puede herir la sensibilidad de los usuarios) y a la página de Mujeres Cazadoras de Nueva Zelanda.
El oficial de la policía local ha sido duramente criticado. Muchas personas se preocuparon tanto por la salud de la pequeña, que podría contraer una infección al comer carne cruda, otras ponían en tela de juicio las actividades que llevaba a cabo el padre con su hija de ocho años.
Yuile se ha explicado aludiendo que "es un ritual neozelandés en honor a la caza cuando alguien caza a su primer ciervo".
Además aseguró que su hija le lleva acompañando a este tipo de planes "desde que tenía apenas ocho meses de edad".