LA PERSECUCIÓN DE LOS CRISTIANOS EN EL MUNDO
La autoproclamación del Califato por parte del grupo terrorista Daesh ha hecho visible las persecuciones que sufren los cristianos en Oriente Próximo.
El vídeo de los terroristas decapitando a cuchillo en una playa de Libia a 21 cristianos coptos egipcios dio la vuelta al mundo en 2015. Los coptos de Egipto forman la comunidad cristiana más numerosa de Oriente Próximo y es una de las más antiguas. Desde 2013 cerca de medio centenar de sus iglesias han sido atacadas, así como escuelas, comercios y viviendas.
Hasta la intervención de Estados Unidos, en 2003, en Irak vivían más de un millón de cristianos. Eran un pilar fuerte de la sociedad. Hoy, expulsados de sus antiguas ciudades por una violencia atroz, el número ha descendido a menos de 300.000.
En Siria, numerosos monasterios testifican una historia milenaria. De hecho, los cristianos pudieron vivir en este país con mucha más libertad que en otros países árabes, pero desde el inicio del levantamiento contra Bashar al Asad en 2011, su población ha descendido hasta muy por debajo del millón.
Pakistán es el país donde más atacan a los cristianos, peor incluso que en el norte de Nigeria. Allí, la palabra blasfemia significa pena de muerte.
En Afganistán, muy pocos cristianos viven ya en el país, la mayoría huyeron durante el régimen talibán. Muchos prefieren que un familiar se muera en vez de que se haga cristiano.
A esta barbarie, no son ajenos los regímenes comunista como el de Corea del Norte, donde los cristianos sobreviven bajo persecución absoluta.