El Reino Unido
Una aplicación móvil es la causante de la nueva crisis a la que se enfrenta el país y que ha provocado que miles de británicos estén en cuarentena.
El Reino Unido se enfrenta estos días a un serio problema provocado por una aplicación móvil sobre el COVID, concretamente la del Servicio Nacional de Salud británico (NHS). Esta aplicación ha ordenado aislarse a miles de personas por haber estado en contacto con un caso positivo. A un solo 'ping' del móvil y el pánico ha sucumbido las calles. Por eso, los ciudadanos ya lo conocen como la 'pingdemia' que amenaza con una crisis de abastecimiento inmediata.
Las estanterías de decenas de supermercados en el Reino Unido están prácticamente vacías. Una imagen muy similar a los primeros días de pandemia. A ello se suman varias gasolineras cerradas y dificultades en los servicios de transporte público porque los transportistas también están fallando en su puesto de trabajo. El confinamiento forzoso al que se han visto obligados a realizar miles de británicos por el aviso procedente de la aplicación del NHS ha provocado que el caos se desate en el país.
Faltan miles de trabajadores a sus puestos
El número de empleados que ha tenido que confinarse es tan elevado que ahora faltan trabajadores en muchos servicios esenciales del Reino Unido. El Gobierno trata de evitar que la situación empeore y la industria ya está tratando de buscar soluciones. Plantean que se adelante el programa que estaba previsto que sustituyese el confinamiento actual de diez días para los británicos procedentes de otros países, planteado para el 16 de agosto, pero la situación actual ha disparado la presión.
Mientras tanto, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha pedido prudencia a todos sus ciudadanos porque si la situación empeora, se podría llegar a interrumpir no solamente el transporte público de la ciudad sino también el colapso de los supermercados y la recolección de basura.