población muy envejecida
Los ancianos japoneses se sienten tan solos que tienen que recurrir a los pequeños hurtos para acabar en prisión. Es la dura realidad que sufren muchas personas mayores. La cifra crece cada años y en las últimas dos décadas se han multiplicado por cuatro. Roban para evitar la soledad y así poder acceder a servicios básicos.
"Disfruto más en la cárcel. Siempre hay gente alrededor, y no me siento solo", explica un japonés que robó para ser encarcelado.
Los funcionarios de prisiones tratan de que todos practiquen ejercicios con una atención especial. "No quiero pensar que son delincuentes. Solo quiero ser útil para brindar atención y apoyo a los ancianos que tengo enfrente", explica un cuidador de una prisión japonesa.
Japón es el tercer país del mundo con la población más envejecida. El 27% de los ciudadanos supera los 65 años. El gobierno nipón intenta combatir este problema y pretende mejorar el sistema de bienestar y sus programas sociales, pero sobre todo quiere convencer a los ancianos de que terminar en prisión no es su única alternativa.