BUQUES ABANDONADOS EN SUS PLAYAS
Se han convertido en parte del paisaje en los 850 kilómetros de la costa de Nigeria. Ciento veinte buques permanecen encallados, hundidos y abandonados en el litoral del país africano. Restos de embarcaciones que complican la navegación marítima, y propician la erosión y destrucción de las playas.
La falta de legislación y control marítimo ha hecho que para algunos armadores resulte más económico abandonar el barco en aguas de Nigeria, que convertirlo en chatarra. Desguazar un navío cuesta cerca de cuatrocientos mil euros y cinco meses de trabajo.
Esa es otra consecuencia: los viejos cascos oxidados se han convertido en refugio de ladrones y piratas, lo que ha convertido las playas de Nigeria en lugares donde bañarse ya no es seguro.