AMENAZA DE KIM JONG UN
Corea del Norte ha amenazado a Japón con convertirlo en su objetivo militar si continúa con lo que el Gobierno de Kim Jong Un considera una retórica "hostil" hacia Pyongyang, amenaza que llega después de que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, prometiera "acciones concretas" contra el país tras el lanzamiento de un misil.
En un comunicado del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores difundido por la agencia estatal de noticias norcoreana, KCNA, Pyongyang ha explicado que su escalada militar constituye un "ejercicio de legítimo derecho a la defensa" y ha reiterado que su objetivo es "poner punto final" a las "maniobras de guerra" llevadas a cabo por parte de Estados Unidos en la península coreana.
Así, Pyongyang ha calificado de "mal comportamiento" el hecho de que Tokio califique el lanzamiento de un misil como "amenaza" o "provocación", en referencia a las declaraciones de Abe en las que recordó que en la última cumbre del G-7 se había acordado que "el problema de Corea del Norte es una prioridad para la comunidad internacional".
Corea del Norte ha criticado la postura de aprobar nuevas sanciones contra el país, y ha señalado que la "atmósfera" en contra del Gobierno de Kim que Tokio "crea aquí y allá" tiene el "malsano objetivo" de aprobar unas sanciones que ha definido como una "ley fascista".
"Como ya hemos declarado, seguiremos fabricando muchas más armas y medios de ataque nuclear superprecisos y diversificados hasta que Estados Unidos y sus satélites tomen la opción correcta", ha recordado el portavoz de la Cancillería norcoreana.
Asimismo, ha recordado que "hasta ahora" sólo están en su punto de mira los soldados del Ejército estadounidense "enclavados en el archipiélago japonés" pero ha advertido de que si la isla mantiene una retórica "hostil" hacia Corea del Norte, se verán "obligados" a modificar sus objetivos.
El último lanzamiento de Pyongyang ha tenido lugar una semana después de que el Ejército norcoreano lanzara un misil balístico de alcance intermedio, una prueba que fue descrita por el líder norcoreano como "perfecta". El Gobierno de Corea del Norte ha llevado a cabo varias pruebas nucleares y balísticas en los últimos años que han reavivado la tensión en la península de Corea.
En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado por terminada la era de la "paciencia estratégica" y ha amenazado incluso con una intervención militar. Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.