CRECE LA TENSIÓN ENTRE AMBOS PAÍSES
El responsable del departamento de propaganda del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim Ki Nam, ha criticado a Corea del Sur por retomar las retransmisiones de propaganda en la frontera, medida que empuja a los países rivales "al borde de la guerra".
"Celosos por el éxito de la prueba de nuestra primera bomba de hidrógeno, Estados Unidos y sus seguidores están llevando la situación (en la península) al borde de la guerra", ha asegurado Kim durante una intervención en una concentración el viernes, "anunciando haber retomado sus emisiones psicológicas y los bombardeos estratégicos".
El Ejército de Corea del Sur reinició este viernes a primera hora las emisiones de propaganda en la frontera, tan sólo dos días después del ensayo nuclear llevado a cabo por Pyongyang, y que levantó la ira de Estados Unidos y China. Sin embargo, Washington aún duda de que se trate, realmente, de una bomba de hidrógeno.
La última vez que Corea del Sur encendió sus altavoces para retransmitir propaganda en la frontera, en agosto de 2015, provocó un intercambio de fuego de artillería entre los rivales de la península.
Los medios estatales publicaron imágenes de concentración en la que ha hablado Kim, en la que parecen haberse reunido miles de personas en Pyongyang portando signos propagandísticos que glorifican al líder norcoreano, Kim Jong Un, cuyo cumpleaños también ha sido el viernes.
Los comentarios de Kim, en línea con la habitual retórica propagandística del Norte, ha sido la primera respuesta oficial por parte de Pyongyang a las retransmisiones de propaganda por parte de Seúl, a las que considera "insultantes".
En ellas, que resuenan desde los muros de altavoces desplegados en 11 ubicaciones a lo largo de la militarizada frontera, suenan críticas contra el régimen de Pyongyang y canciones de música popular coreana.
Como respuesta, Corea del Norte hizo lo mismo y ambos se han embarcado en una 'guerra' propagandística en los límites de sus territorios.
Una fuente del Ejército surcoreano ha indicado que, tras el ensayo termonuclear, Estados Unidos y Corea del Sur han debatido el despliegue de armas estratégicas estadounidenses en la península, aunque no se dieron detalles del mismo. Los medios aseguran que podría tratarse de bombarderos tipo B-2 y B-52, así como un submarino propulsado con energía nuclear.