SEÚL NO ENVIARÁ DELEGACIÓN OFICIAL
La frontera que divide a las dos Coreas es estos días en un atractivo turístico para los habitantes del Sur. Observan el escarpado paisaje del pobre y hermético territorio del norte, con la incertidumbre de si tras la muerte del dictador será posible el acercamiento.
"El régimen es tan robusto que dudo mucho que vaya a caer pronto". Pyongyang ha anunciado hoy que abrirá sus fronteras por tierra y aire a que todos los surcoreanos que deseen viajar al norte para expresar sus condolencias y se ha comprometido a garantizar su seguridad.
Una buena ocasión para que centenares de familias que viven separadas desde hace más de medio siglo puedan reencontrarse. Sin embargo el gobierno de Seúl , que no va a enviar ninguna delegación oficial , ha dicho que sólo autorizará el viaje de un selecto grupo de personas.
Los surconoreanos que luchan por la reunificación, se manifestaban esta mañana contra su gobierno, asegurando que perder está oportunidad puede tener graves consecuencias. Ambos países siguen técnicamente en guerra. Tras la muerte de Kim Jong il, Corea del Sur mantiene a todas sus unidades militares en alerta.